GOYA,
a pelo.

La elección y sencillez material con la que se presenta el catálogo, sin sobrecubiertas ni grandes acabados metalizados, nos introduce rápidamente a lo que vamos a ver: una selección pura, cruda y directa de la obra más expresiva y sincera del autor, extraída directamente de sus cuadernos de bolsillo y su taller de estampación y grabado. A lápiz, a una tinta o a sanguina.  

EL LIBRO, primero se toca y luego se lee.

Una selección de obras de carácter casi fotográfico, de gran valor histórico y artístico, que no necesita vestirse de nada. Al desnudo, como vino al mundo y como salió de las manos del autor, es como mejor luce.

Y así lo quisimos representar con la elección de la tela negra y adusta de la portada, estimulante al tacto, resistente, texturizada y sin complejos, una paleta cromática bicolor, constante a lo largo de todo el catálogo, y un diseño minimalista, diáfano y de trazo fino, para dar espacio a la obra y potenciar la intensidad de sus brutales protagonistas. GOYA, en la portada, mayúsculo y en negro sobre negro, en relieve y acabado con barniz.